De nuevo, tarde dudosa.. De nuevo, Santo Entierro. De
nuevo, complicaciones. Tarde negra. Amenaza de lluvia, no es extraño. ¿Porqué
el Santo Entierro por unas cosas u otras siempre es atípico?. Este año de nuevo
lo fue. Cancelación del Huerto de los Olivos y Jesús Rescatado, pero no se
canceló ni Jesús Nazareno ni Vera Cruz. Dos cofradías en casa y otras dos en la
calle. ¿Las cuatro deberían estar en casa o deberían haber salido?. Es la
pregunta del millón. Los pasos de Jesús Nazareno se acercan a la capilla de la
Vera Cruz. Se colocan y empieza el Recorrido General del Santo Entierro, este
año con una estampa poco habitual. Faltan tres pasos. Cuando el inicio del
desfile se encontraba por la Rúa Mayor, chaparrón y plásticos. Nueve pasos en
la calle y cada uno a su sede. Golpe de tambor rápido y rápido fue el caminar.
Santo Entierro ahogado por la lluvia. Santo Entierro atípico. ¿Cómo será el del
año que viene? Esperemos que mejor.
Las nubes son
negras, negro está el cielo. Es la noche de La Soledad.
Madrugada de
Sábado Santo. La lluvia provoca incertidumbre ante la salida de la Soledad.
Mucha gente espera paciente en la calle. Hay ilusión por ver un año más a
Nuestra Señora de la Soledad. Las predicciones dicen que la tormenta pasará. El
público sigue esperando para ver la salida. Todos imaginamos que la lluvia de
agua se convertirá en lluvia de pétalos. Pasan los minutos. Finalmente la
procesión no saldrá a la calle. Por megafonía anuncian que el paso asomará por
la puerta del obispo. Saludo esperado por muchos en la calle. Se inicia el
desfile por las naves de la Catedral. Suena Madrugá. La soledad de la Cruz
avanza. Deja atrás a la Piedad, Borriquilla, Yacente…
La fría lluvia
salmantina ha teñido de negro nuestra Semana Santa. Negro que está muy presente
en los cientos de hábitos que visten a los cofrades. Desde Fonseca llegan
noticias. Noticias esperadas aunque no por ello menos dolorosas. El Cristo de
la Liberación tampoco saldrá este año. En la Catedral todos imaginan el
emocionante saludo que se producirá entre la Virgen y los que fuera esperan.
Ese saludo nunca llegó. Nuestra Señora de la Soledad pasa de largo por la
puerta del Obispo. Incertidumbre. Ese gesto molestó al público que aguardaba
fuera. La Hermandad continúa con su particular desfile por el templo. Pasadas
las dos de la madrugada abren las puertas. Poca gente quedaba ya dos horas
después para poder ver a la Virgen de la Soledad. Así termina una triste noche
de Sábado Santo.
0 comentarios:
Publicar un comentario