11/4/14




Pregón de la Semana Santa de Salamanca 2014 del portal Piedra Nazarena a cargo de Alberto Ramos Román para el portal Fervor de Muralla (Ávila).

Anhelada Semana Santa. Salamanca y su gente te espera de nuevo un año más. Horizonte de sombras y piedras móviles. Escenario de Cruz y luz. Cuerpo viviente y cuerpo agonizante. Cuerpo muerto y cuerpo resucitado. Madre acompañante. Salamanca y su gente con miradas clavas en Él, como clavado se encuentra en la Cruz de la inocencia. Salamanca te abraza y te acompaña de día, noche y madrugada. Mañana de gloria, noche descalza, madrugada de silencio. Primavera junto a Ti, en tu costado o en tu ensangrentado rostro, en tu belleza y en tu grandeza. Somos el cirineo en tu caminar y el llanto en tu silencioso canto.

Comienza. Viernes doloroso, Viernes de los siete dolores de María, Viernes del dolor del recuerdo, Viernes de siete dolorosas espadas clavadas en tu corazón, Viernes de Madre Dolorosa. Todo comienza. Ya ha comenzado.
Cementerio salmantino y noche de cipreses. Traslado de Liberación, de mano abierta y de perdón.
¡Hosana al Hijo de David! Bendito el que viene en el nombre del Señor ¡Hosana en las alturas! Es Domingo de Ramos y batimiento de palmas, de júbilo y Borriquilla, de niños y niñas, de rojo y azul. Entrada triunfal en Salamanca por la Puerta de Ramos. Te acompañamos y seguiremos tus pasos.
Tarde despojada y de perdón. Dos procesiones y dos momentos, antes de la crucifixión y de Cristo en la Cruz. Sangre granate y sangre roja, rojo oscuro y rojo claro, dos imágenes pero la misma sangre humana. Tarde triste de Domingo. En apenas horas de la alegría al dolor, de Borriquilla, al Despojado y Perdón.
Es Lunes Santo. Noche de lágrimas en la calle de la Amargura y recogimiento junto al Doctrinos. Sobria calavera de Adán y silenciosos cardos como silenciosa es la noche del Lunes Santo.
Martes universitario, de Luz y Sabiduría. Fray Luís de León aguarda para presenciar la estampa de la Semana Santa salmantina. Año a año, cruces de madera, piedra y Pasión, silencio y juramento. Momento irrepetible y genuino.
Miércoles Santo. Noche de belleza y elegancia, del plateado de las hebillas, del negro y del eminencia, de Lágrimas de cristal. Es la noche torera, de Jesús Flagelado, de la obra cumbre de la Semana Santa de la ciudad del Tormes. De nuevo otro año Salamanca te arropa con tu manto.
Medianoche del Jueves Santo. Noche agonizante y de Yacente misericordioso. Patetismo en tu rostro. Es la noche de la pureza, de las sombras en la noche oscura y de la poesía ante Ti. Es la noche hecha verso y del incienso junto a Dios muerto.
Es tarde trinitaria, es tarde de Agonía, es tarde blanca de Amor y Paz. Es atardecer de Jueves Santo. Eccehomo maniatado y con la clámide púrpura que ralentiza su caminar ante el rezo de cada estación. Es injusta sentencia, es Cristo condenado a muerte. Prendimiento y Jesús ante Pilatos, Agonía y Dolorosa, principio y fin. Hombre entregado y Hombre exclamando al cielo “¡Mi reino no es de este mundo!”. Hombre agonizante y Madre doliente.
Es noche blanca, de amor y de paz. Es blanca noche, de hábito monacal. Son blancas palomas en el acto de la Paz. Son carracas y matracas de procesión ancestral.
Madrugada salmantina, noche de belleza y bambalina. Contemplamos el camino de la Pasión a tu paso, reflexionamos el rostro inmortal de la Buena Muerte a la aurora, percibimos el dolor tierno de la Piedad en tu mirada y reconocemos en el horizonte la mirada de la Esperanza madrugada. Catedral de encuentro entre la Madre y el Hijo. San Esteban de despedida entre el amanecer y el cobijo.
Viernes de recuerdo de la muerte de Jesús y Viernes de adoración a la Cruz. Es el camino del alba a la noche, del desenclavo a la Soledad, de la Vera Cruz a la Catedral, del Carmen de Abajo y San Pablo a San Julián. El Santo Entierro de Cristo, desde Getsemaní al Sepulcro. Primero lo azotaron para posteriormente coronarlo de espinas. Jesús Rescatado y entregado, cargó con la Cruz a cuestas en la calle de la Amargura. Lamentados por la Caída, su destino es el Calvario. Madre de las Angustias ¡toma su cuerpo! Es el Santo Entierro para acabar en el Sepulcro junto a la Madre de los Dolores.
Noche del Viernes Santo. Noche de tristeza y Soledad, noche de llanto y duelo, noche de esperanza y consuelo. Soledad de la Cruz y compañía silenciosa. Melancolía de Madre y mirada suave. Madre enlutada, ¡Ave María, somos el aire y la calma en tu herida!
Salamanca de entierro y Sábado de luto. Paño negro y capucha monacal, traje de luto charro y sandalia de sacristán. La ciudad camino junto a Cristo muerto y a su paso las paredes solitarias esperan en lúgubre transitar. ¡Son cánticos gregorianos de Liberación!
Es la tarde del Silencio y la espera, de la Pasión de Cristo y de la Vela. Los salmantinos te acompañamos en el largo caminar y esperamos tu resurrección en una mañana de claridad. Señor de la Vela ¡somos el último aliento en tu espera! Señora del Silencio ¡somos tu última lágrima de primavera!
Mañana de alegría en Salamanca. Encuentro de Cristo Resucitado y su Madre, frente a frente, de nuevo otro año nos hemos encontrado.

Y finalizó. Salamanca despierta de un sueño de Pasión, Muerte y Resurrección. Salamanca vuelve a la rutina y sus piedras y calles recuerdan a luz, cera y sombra de cofradía. Salamanca te ha visto vivir, morir y resucitar y por no verte en ningún rincón Señor, los corazones han dejado de palpitar. Salamanca ya no retumba a corneta y tambor pero nosotros, los salmantinos, recordamos ese gran sueño intenso de Pasión.

Salamanca es Semana Santa. Salamanca es lágrima y agonía. Salamanca es noche hecha día. Salamanca es Cruz redimida. Salamanca es silencio descalzo. Salamanca es aliento liberado. Salamanca es portento de monumento pero los corazones de Semana Santa están llenos de sentimiento. 

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