Domingo de Ramos

Domingo de Ramos. La Semana Santa salmantina empezaba con incertidumbre. La previsión de lluvia amenazaba la procesión de Jesús Amigo de los Niños conocida popularmente como “La Borriquilla”. 50% de probabilidad de chubascos. En más de 25 años no se había suspendido nunca la procesión, y al final...en este año 2012 tampoco. La mañana del Domingo de Ramos fue soleada, con miles de familias esperando a la procesión en todo el recorrido. Como dato positivo la procesión fue la más ágil de los últimos 4 años cuya duración no llegó a las 3 horas. La Agrupación Musical Cristo Yacente deleitó a la salida con “Nuestro Padre Jesús de la Paz” y “Caminando va por tientos” y a su paso por Corrillo con “Amanecer en Triana”. En la Catedral “Presentado a Sevilla”. Un dato negativo: el paso sigue estando incompleto. Falta un hebreo. “La Borriquilla “, un año más, colapsó las céntricas e históricas calles de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad en una inesperada mañana soleada. 

 Tarde de Domingo de Ramos. Incertidumbre de nuevo, debut, nervios, inquietud. Primera salida penitencial de Nuestro Padre Jesús Despojado. En 2008 se fundó y en 2012 se tenía que salir. Y así fue...aunque con pequeños sustos. El Palacio de Monterrey engalanado con pendones. Público ansioso durante todo el recorrido para ver la bella imagen de Francisco Romero Zafra. En la Plaza de las Agustinas no cabía ni un alfiler. La Vera Cruz apadrinó el desfile con el Lignum Crucis. Hermanos de Jesús Despojado. Representaciones de otras cofradías. Faroles. La imagen salía por la Purísima entre grandes aplausos. No llovía...de momento. Gran paso el del Despojado: cruz caída, claveles rojos, iris, Él...Jesús Despojado. No hace falta nada más. Aplausos y más aplausos en Compañía, Rúa Antigua, Plaza de San Isidro. Serranos...aplausos y nubes negras. Lluvia. La Catedral fue la salvadora. Aquí, en la Catedral...una hora de espera y aplausos que no tienen lugar ante una estación de penitencia. Nervios de nuevo. Refugiados mientras los cofrades rezan ante el Santísimo Sacramento. Jesús Despojado tenía que regresar a la Purísima. Así fue. Arriesgando la talla por la amenazante lluvia. Esquivar la lluvia durante todo el recorrido fue el principal obstáculo a sortear. ¿Arriesgarse o no salir?. ¿No salir de la Catedral o no haber salido desde un principio de la Purísima?. Al final todo salió bien aunque con grandes sustos. Jesús Despojado ya es salmantino. Ya es nuestro. 

 A las 20:00 nos trasladamos a un barrio de Salamanca, Prosperidad. Perdón, mirando al cielo de nuevo. Luto. Tambores. Sólo tambores. No hacía falta nada más. No sobra nada pero si se echa de menos a alguien. Santiago Hernández. Hermano Mayor. Desde lo alto observó su desfile penitencial. Desfile que sufrió dos cambios: hora y recorrido. 20:00 en vez de 19:15. Entrada en el Parque de los Jesuitas en vez de procesionar por las calles del barrio. Algo no cambió. Presa indultada. Alegría, tristeza. La lluvia no hizo acto de presencia a pesar de las altas probabilidades. Hernández estuvo presente. Más que nunca.  

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